• “Fascismo sexual en América progresiva”

  • “Las corporaciones también son personas”

  • “No puedo matar a esos niños”

  • “Los supermercados y las estaciones de servicio ahora compiten por el grano”

  • Estas son solo algunas de las historias que encontrará hoy en nuestro sitio web de Política de Salud.

¡Te invitamos a participar! ¿Tiene una nueva perspectiva sobre un problema de salud crítico? ¡Envíelo como editorial! (La Ley de Comisiones Militares en esta página se presenta como el editorial actual). ¿Qué tiene que decir?

Nuestra nueva sección Radical Edge presenta artículos que van a la raíz de los problemas. Si ha escrito o conoce un artículo que ilumina esas raíces, ¡envíelo!

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A medida que la riqueza se concentra en menos manos, a medida que aumentan los disturbios sociales, el crimen y la violencia, a medida que la población carcelaria continúa creciendo y el cambio climático y el deterioro ambiental comprometen cada vez más el bienestar de la mayoría, se está preparando el escenario para los cambios sociopolíticos radicales que se necesitan para colocar a los Estados Unidos, y consecuentemente, tal vez, al mundo en su conjunto, en un curso más genuinamente democrático y sostenible. La gran pregunta es, ¿qué tan mal deben ponerse las cosas antes de mejorar? Es decir, antes de que suficientes personas se despierten y elijan líderes que luchen por el bien común.

Sospecho que la situación en los Estados Unidos y en todo el mundo se pondrá bastante mal antes de que tenga lugar el gran despertar. A mi entender, los mayores peligros son la desaparición ambiental y la continua proliferación de armas nucleares. En un futuro cercano, el desequilibrio ecológico y el calentamiento global pueden alcanzar un punto de inflexión más allá del cual no hay forma de detenerlo, y es probable que el planeta entre en otra Era de Extinción Masiva. Del mismo modo, podríamos desencadenar tal extinción en masa mediante el uso de armamento nuclear.

Es urgente que todos los que estamos preocupados por el futuro bienestar de la humanidad y el planeta hagamos todo lo posible para acelerar el proceso de despertar, a fin de construir un orden social verdaderamente democrático y sostenible.

Cada uno de nosotros puede contribuir a este proceso de despertar. En gran parte, todo se reduce a un proceso de intercambio de información y “educación progresiva” de base. Cada uno de nosotros que comparte estas preocupaciones cruciales puede hacer algo. Podemos hablar con amigos y vecinos; podemos escribir artículos reveladores para el periódico local, etc.

Pero este enfoque poco sistemático, aunque importante, no cambiará el sistema enfermo. Para tener un impacto potencialmente mayor, es importante que nos unamos o ayudemos a apoyar a esos grupos y movimientos que se esfuerzan por controlar los poderes que están minando el proceso democrático y poniendo en peligro nuestro futuro. Por ejemplo, la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos (ACLU) ha emprendido una iniciativa importante para oponerse a la Ley de Comisiones Militares y educar al público sobre cómo el gobierno actual está pasando por alto el proyecto de ley de Derechos, la Constitución y nuestras libertades básicas. Del mismo modo, la Unión de Científicos Preocupados está llevando a cabo una gran campaña contra la forma sin escrúpulos que la Administración actual ignora o niega los estudios científicos que confirman los peligros del calentamiento global. Hay muchos otros grupos, movimientos y coaliciones de activistas sociales y personas interesadas que están trabajando para aumentar la conciencia pública sobre el creciente abuso del poder y cómo está violando nuestros derechos y poniendo en peligro nuestro bienestar.

En resumen, actualmente estamos en un punto bajo en los Estados Unidos en términos de justicia social, equidad y derechos humanos. Pero esta misma injusticia, y las dificultades que causa, pueden desencadenar la sensibilización, la solidaridad y la acción organizada para el cambio. Para aquellos de nosotros que queremos ver que Estados Unidos se vuelva verdaderamente democrático y convertirse en un líder en la construcción de una comunidad global donde se satisfagan las necesidades básicas de todas las personas y se respeten los derechos, ha llegado el momento de tomar medidas valientes, individual y colectivamente

La crisis puede ser la puerta al cambio.