Panorama General

Me reuní con madres en el “Centro de Rehabilitación Comunitaria” en Saavedra, el cual habían comenzado con la ayuda de la escuela TO en Temuco.

Mientras estaba en el sur de Chile tuve la oportunidad, a través de la facultad de Terapia Ocupacional de la Universidad Mayor de Temuco, de visitar una serie de iniciativas que abordan las necesidades de las personas con discapacidad en el área rural circundante, incluidas algunas de las familias y colectivos mapuche.

Chile es uno de los pocos países de América Latina donde el gobierno central ha lanzado un programa nacional de rehabilitación basada en la comunidad (RBC). Al implementar el modelo de RBC, ha seguido en gran medida las pautas de la OMS / OIT, que en la práctica tiende a ser jerárquicamente incorregible en sus procedimientos de administración, a pesar de su retórica sobre la necesidad de una fuerte participación y liderazgo a nivel comunitario y familiar.

Uno de los coordinadores del programa nacional es Eladio Recabarren, un ex alumno mío en la Escuela de Salud Pública Internacional de la Universidad de Boston. Eladio solía ser un líder de EPES (Educación Popular en Salud) en Santiago. Tiene un fuerte compromiso con el empoderamiento de los desfavorecidos, y ha estado tratando de poner el programa nacional más en manos de las personas, especialmente las personas con discapacidad. Sin embargo, Eladio está involucrado en una batalla cuesta arriba. Trabajando hacia objetivos participativos similares, el Departamento de Terapia Ocupacional de la Universidad Mayor en Temuco ha estado abriendo nuevos caminos en términos de promover un enfoque participativo más ascendente, especialmente en comunidades más aisladas y rurales. Fue con este objetivo de un enfoque más empoderador y participativo para la rehabilitación basada en la comunidad, especialmente entre la población indígena en el área rural, que el Departamento de TO me había invitado a Temuco.