by David Werner

Estimados amigos del Proyecto Piaxtla,

El contenido de este boletín ha sido preparado por Victor Miller, un californiano de 28 años que, como voluntario del Proyecto Piaxtla, pasó los últimos dos años en el interior de la Sierra Madre ayudando a los campesinos a establecer sus propias “clínicas” o puestos de salud, y en la formación de los promotores de salud para que se hagan cargo de ellas. Durante el año pasado en el área de Pueblo Viejo, Victor ha hecho un trabajo impresionante al ayudar a los campesinos a trabajar juntos en la construcción de sus propias instalaciones de salud. Teresa, que se ha formado como promotora de salud de aldea, es una joven excepcionalmente talentosa y sensible que se está volviendo cada vez más competente en la prestación de atención primaria de salud. Cuando Víctor vuelva a los EE. UU. en junio, no abandonará a aquellos con los que ha trabajado, sino que los dejará con un modesto pero continuo programa de atención médica dirigido por los propios campesinos y vinculado al centro de referencia de Ajoya para suministros, supervisión y seguimiento y entrenamiento.

Far better than to have health care delivered by outsiders, is to have it come from the community itself.

El verano pasado, a Víctor se le unió Paula Haller, de 23 años, quien trabajó con él para ayudar a capacitar a algunos de los aldeanos. Paula se centró principalmente en la planificación familiar y en la organización de clases para madres para el cuidado de los niños. Víctor y Paula han hecho un trabajo sobresaliente ayudando a la gente del área de Pueblo Viejo a aprender a hacer frente de manera más eficaz a sus propias necesidades de salud.

The Evolving Role of Young American Volunteer

Antes de pasarle este boletín a Víctor, me gustaría agregar algunas palabras sobre el papel de los voluntarios estadounidenses en el Proyecto Piaxtla. El Proyecto Piaxtla atravesó un período de su evolución en el que los jóvenes estadounidenses desempeñaron un papel importante como “médicos de los bosques”. Estos jóvenes estadounidenses salvaron muchas vidas, se ganaron el amor y la estima de los aldeanos y “tuvieron una gran aventura” mientras estaban en ello. Pero los días para que los jóvenes estadounidenses “jugaran a los médicos” han terminado. Mucho mejor que recibir atención médica “brindada” por personas externas, es que provenga de la propia comunidad. El papel del joven voluntario estadounidense hoy, por lo tanto, no es brindar atención médica, sino ayudar a fomentarla. Este es un papel mucho más difícil, frustrante y desafiante. Para manejarlo bien, la fluidez en español es fundamental, al igual que la capacidad para trabajar y relacionarse con las personas. Asimismo, es importante contar con algunos antecedentes previos en el cuidado de la salud. En el futuro, pediremos a los jóvenes estadounidenses que consideren ofrecerse como voluntarios que se comprometan durante un período de dos años, con el entendimiento de que los últimos tres meses pueden dedicarse a ayudar a capacitar a la próxima generación de voluntarios. El número de voluntarios estadounidenses que podemos utilizar de forma eficaz es menor que en el pasado, ahora que tenemos un número creciente de trabajadores comunitarios competentes. Las personas que tienen habilidades especiales que pueden ayudar a enseñar: médicos, dentistas, veterinarios, técnicos de laboratorio, expertos agrícolas, continúan siendo bienvenidos incluso para visitas más breves. Sin embargo, fomentamos un conocimiento práctico del español, así como la voluntad de centrarse en la enseñanza en lugar de practicar las habilidades respectivas.

Aquellos interesados en ser voluntarios en nuestro proyecto deben comunicarse con Allison Orozco, 419 Webster Street, Palo Alto, CA 94301. La aprobación final dependerá del personal de la aldea en Ajoya.

Thanks for Financial Help, and a Further Request

Me gustaría agradecer a todos los que respondieron a mi solicitud de ayuda financiera en la “Nota de la Sierra Madre” que publicamos el mes pasado. Gracias a la ayuda de nuestros propios amigos personales y a los patrocinadores del Proyecto Piaxtla, nuestro equipo de estudio, formado por Martín Reyes, Lynne Coen, George Kent y yo, emprenderemos nuestro “Proyecto para facilitar la atención de la salud rural en América Latina” programado para este abril (de hecho, ya estaremos en camino cuando reciba este boletín). Sin embargo, todavía necesitamos urgentemente fondos adicionales para el desarrollo de guías, manuales de trabajo para trabajadores de salud de aldea y planificadores de salud rural que esperamos sea el resultado de este proyecto. Si desea saber más sobre este “Proyecto para facilitar la atención de la salud rural”, comuníquese con Trude Bock, PO Box 1692, Palo Alto, CA 94302.Su ayuda para este proyecto o para nuestro trabajo en curso en la Sierra Madre en Sinaloa será muy apreciado. Gracias.

David Werner

Y ahora de Víctor…