1. Población 4.5 millones 20.4 millones 2.6 millones 0.8 millones

% de población 14% 63% 8% 2%

  1. Distribución de ingresos 64% 26%

  2. Ave. ingreso mensual R1,800 R330

  3. Asalariados bajo el

bajo el umbral de la pobreza 99%

  1. Tenencia de tierras 87% 13%

  2. Liquidación forzada (desde 1960) 3.5 millones

  3. Porción de presupuesto

De Salud y Bienestar 51% 11.4% 29.8% 7.8%
  1. Bienestar infantil (pagos)

  2. Gasto hospitalario (por paciente)

R64 millones

R180.5/día

R6.2 millones

R46.5/día

10. No. de médicos (1979) 10,975 161 230 1,260
  1. Distribución de médicos

  2. Distribución de dentistas

1:330 1:19,000 a 1:116,000
(total 1:11,000) 1:2000 1:2,000,000 1:35,000 1:7,500
13. Esperanza de Vida:
Mujeres 72 desconocida 56 63
Hombres 65 desconocida 48 59
14. Tasa de Mortalidad por 100,000 (excluyendo nativos)
Diarrhea 40 1,250 1,733
neumonía 46 591 725
sarampión 4 108 125
desnutrición 50 250 167
15. Tuberculosis (de
70,000 casos nuevos-año) 1.5% 80% 15% 3.5%
16. Muertes por hambre/año 30,000 to 40,000

Nota: Las estadísticas en este resumen provienen de una variedad de fuentes que incluyen: Organización de Trabajadores de la Salud, Encuesta de Relaciones Raciales 1983, Daily News de Sudáfrica (24 de enero de 1986), Actas de la Conferencia de NAMDA del 25 al 26 de enero de 1986, Conferencia Anual de NAMDA de 1987 Informe, Critical Health No. 16/17 (septiembre de 1986), Censo de Servicios de Salud 1979, boletín de la Organización de Trabajadores de la Salud (números de 1986, 1988)

A veces encontramos datos bastante contradictorios provenientes de diferentes fuentes. Por ejemplo, una fuente no gubernamental enumera la tasa de mortalidad de los niños africanos como 30 veces más alta que la lista oficial. Tales contradicciones no son sorprendentes. De hecho, una de las funciones declaradas de NAMDA es revelar la propaganda de Sudáfrica sobre el alto nivel de salud dado a la gente, que antes del surgimiento de NAMDA … no se cuestionaba.

  • Algunas de las estadísticas enumeradas en esta columna pueden aplicarse a los tres grupos no blancos.

Durante mi corta visita a Sudáfrica, conocí a tantas personas valientes comprometidas con la lucha por los derechos humanos que, a pesar de los horrendos obstáculos y la represión, me fui con una sensación de esperanza y emoción. Dentro del sistema del apartheid, y a pesar de ello, existe un movimiento creciente e indestructible por la justicia y el cambio, que atraviesa las barreras de la raza, el sexo y, en cierta medida, incluso la clase. Tarde o temprano, el movimiento ganará y debe ganar, porque en él reside la esencia misma de la humanidad.

Quisiera repetir mi convicción de que quienes estamos fuera de Sudáfrica y estamos comprometidos con los derechos humanos y la justicia social debemos adoptar una posición lo más firme posible contra el gobierno violento y racista de Sudáfrica. Debemos apoyar la desinversión, los embargos y otras sanciones contra Sudáfrica siempre que sea posible. Pero debemos ser selectivos en nuestras sanciones, a fin de debilitar a los opresores mientras hacemos todo lo posible para apoyar, fortalecer y promover a esos activistas, negros y blancos, que están comprometidos con el derrocamiento del apartheid y la forja de una sociedad más justa y equitativa. HW