El monstruo del Sarampión

Esta teatro cellejero participativo fue realizada por un grupo de brigadistas de salud nicaragüenses (activistas comunitarios de salud) durante un curso de capacitación en “Métodos de educación en salud para el cambio”, en mayo de 1982, durante el período en que el nuevo Ministerio de Salud Sandinista (MINSA) buscaba ganar la participación entusiasta de la gente en la mejora de la salud general del país recién liberado. El curso, facilitado por un grupo de trabajadores de la salud de las aldeas de la Sierra Madre del oeste de México, se llevó a cabo en el momento de una importante campaña de vacunación en todo el país contra las enfermedades infecciosas inmunizables de la infancia. El MINSA había lanzado una campaña de vacunación en todo el país. Parecido a como en los EEUU la administración de Donald Trump en 2020 desinformo al público sobre la Covid-19 y la importancia de las vacunas, durante los 1980s, en Nicaragua, los Estados Unidos había instigó una campaña de desinformación para subcavar la innovadora iniciativa de vacunación de los Sandinistas. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) subrepticiamente difundió rumores de que las vacunas esterilizarían a quien las recibiera. (Las botellitas, señalaron los chismes, tenían impreso “agua esterilizada”. Así que mucha gente se puso “dudosa” sobre las vacunas (o algo peor).

Para contrarrestar este sabotaje, los brigadistas participantes del curzo, como parte de su de capacitación, organizaron una obra de teatro callejero en el mercado central, reclutando transeúntes y niños como actores.

La obra se llamó “El Monstruo del Sarampión”. Como no había un escenario ni un área especial para la audiencia (ya que la acción y el ruido de la obra de teatro atraían a la gente de todas direcciones), se consideró estratégico que la actuación fuera exagerada, enérgica y emocionante. La utilización de rostros pintados de blanco, máscaras y la temible exhibición del Monstruo del Sarampión llamó la atención de la gente y atrajo a una audiencia curiosa. Al principio, todos los actores estaban mudos, con la mirada fija, mientras un narrador, parado a un lado con un micrófono, explicaba la acción que se desarrollaba y en ocasiones hablaba con amplificación las palabras supuestamente dichas por los actores gesticulantes. Esta técnica era apropiada para el teatro callejero porque con un micrófono se podía escuchar la narración del orador por encima del ruido y las exclamaciones de la multitud reunida.

La idea de esta presentación de teatro callejero “monstruoso” en Nicaragua vino originalmente de Nueva Delhi, India, donde los promotores de salud en los barrios del centro de la ciudad representaron una actuación de pantomima titulada “El Monstruo de la Desnutrición”. El impacto de este tipo de drama depende en gran parte de la participación de la audiencia. En esta drama en Nicaragua, los niños fueron el elemento más involucrado y activo de quienes se reunieron para ver el llamativo evento.El Monstruo del Sarampión

 

 

Notas de rendimiento:

• Sus rostros están blanqueados para lograr un efecto dramático.
• El grupo mantiene esta posición sin moverse durante varios minutos, mientras el público curioso se reúne.

 

 

 

“Escuché a algunas personas decir que las vacunas no funcionan y pueden enfermar a los pequeños”, dice el padre.

“Y dicen que las vacunas esterilizan a quien las recibe, para que nunca puedan tener hijos”, agrega la madre. “Puede que sea solo un rumor. ¿Pero quién sabe?"

 

“Sería más seguro no vacunarlos. ¿Por qué no vamos a la playa en su lugar, el domingo?

“¡Sí! ¡Sí!” los niños gritan: “¡Vamos a la playa! ¡Oh chico!"

 

 

Nota de rendimiento:

• Su cabeza gigante estaba hecha de una caja de cartón, pintada de colores, con largos cuernos recortados pegados a ella. Las manos enormes con garras largas y afiladas también estaban cortadas de cartón.

 

 

 

 

Nota de rendimiento:

• El niño lleva una gran máscara blanca sonriente.

 

Nota de rendimiento:

• Escondido detrás de las enormes garras, el niño cambia de máscara

 

 

 

 

Ahora el narrador con el altavoz se acerca al público y pregunta: "¿Por qué este niño se enfermó de sarampión?" Algunas personas responden: “Porque no se vacunó”. El narrador dice: “No puedo oírte. ¿Por qué dicen que este niño tiene sarampión? “Más personas gritan la respuesta:” ¡Todavía no puedo oírte! " grita el narrador.

El narrador dice: “No puedo oírte. ¿Por qué dicen que este niño tiene sarampión? “Más gente grita la respuesta.” ¡Todavía no puedo oírte! “, Grita el narrador.

El narrador repite: “¿Por qué dices que el niño se enfermó de sarampión?” Ahora todo el mundo grita en voz alta: “¡Porque no estaba vacunado!” Luego, el narrador pregunta: "¿Qué debe hacer la familia para proteger a sus hijos?" Y todo el mundo grita:

 

 

"¡No!" grita la multitud.

"¿Por qué no?" Pregunta el narrador “.

"¡Porque todos se vacunaron!" grita la audiencia.

 

 

 

 

Nota de rendimiento:

• Esta parte de la obra de teatro no fue planificada. En ese momento, los niños reunidos estaban tan involucrados y emocionados que tomaron medidas de manera espontánea.

 

Nota de rendimiento:

• Los niños quedaron asombrados cuando, al final del drama, el Monstruo se quitó su aterradora máscara y vieron que era la querida monja católica la que había sido atacada

 

Al final de la presentación, el narrador pregunta a la audiencia: "¿Por qué los niños pudieron vencer al Monstruo del Sarampión?"

Todos los reunidos a su alrededor gritan:

La actuación termina gritando el lema:

Links

• Video: El monstruo del sarampión en YouTube (en inglés)

• PDF: el-monstruo-del-sarampión.pdf

• “Power Point”: el-monstruo-del-sarampión.odp

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